Si nos remontamos a los orígenes de nuestra especie, comprobaremos como el hombre comenzó a comunicarse antes con el lenguaje de los signos que con el lenguaje verbal, por ello es importante no dejar de lado un lenguaje que ha ido evolucionando con nosotros desde el principio de nuestros días.La mímica se define como: “Expresión del pensamiento por el gesto y movimiento facial que acompañan o sustituyen el lenguaje oral”
La palabra mimo proviene de la palabra griega mimeomai que significa imitar.
- “En las literaturas griega y romana, género de comedia realista que imita la vida y las costumbres. Entre los griegos los mimos eran obras cortas con dos o tres personajes”.
- “Actor teatral que se vale de los gestos y movimientos corporales”.
El mimo se remonta a la antigüedad griega. Algunos estudiosos señalan que los mimos griegos procedían en su mayoría de Sicilia y señalan a Sofrón de Siracusa como el iniciador. Se trataba de un drama mudo interpretado por dos o tres personajes que se extendió a la civilización romana y después a otros géneros. En Roma fue haciéndose cada vez más paródico y grosero y acabó derivando en farsa.
A mediados del siglo I a. JC se vio transformado casi en genero literario. Con la decadencia del imperio romano y el resurgir del cristianismo, el mimo se esparce por Europa y sobrevive en plazas y lugares públicos, pero hay que esperar hasta el siglo XV en Italia, con la Comedia dell’arte para ver el resurgir del mimo. Ésta era una forma de comedia improvisada por los actores que representaban caracteres fijos.
Estos caracteres eran tres personajes: Arlequín, Pierrot y Colombina. Algunos de estos actores italianos emigran a Francia en el año 1576 instalándose en París, donde se hicieron populares por sus críticas burlonas contra las autoridades.
Éstas prohiben sus textos y el grupo para salir adelante se convierte en un grupo mudo, continuando su trabajo sólo con el mimo.
Es en Francia donde perdura y forma su propia tradición. Nombres como Jean Gaspard Deburau y su hijo Charles, Louis Rauffe, Severin, Charles Dullin y Ettien Decroux, éste último considerado el padre del mimo moderno, escriben la historia y evolución del mimo hasta nuestros días.
Decroux se dedicó a la investigación del movimiento y al redescubrimiento del Mimo, formuló teorías y enseñó a otros mimo como Marcel Marceau, Jean Louis Barrault y Frederik Vanmelle.
La pantomima parece ser una derivación del mimo pero más extensa que una sola farsa y se adapta tanto a temas de comedia como tragedia.