Esta noche la luna nacerá de tus manos,
no debes prometer nada, será sin piedad.
Es un escudo de orgullo; si alguna vez subsisto mal
sé que ahí residirá tu desprecio a mi lado.
Tengo tanto por clamarle al alba
que es mejor que sufra en silencio,
de nada me vale disimular sin tu sangre derramada.
Las luces se están burlando de esta lejanía de miserias,
si tan solo alcanzases hallar mi favor al vivir
todo sería en un dos por tres, tal como esta noche
donde tus manos no seguirán siendo vírgenes
y tu pecho nauseabundo gritará por auxilio
al mirarme en silencio entre los cristales derramados
en los suelos de tu mente, ahí donde se pierde el sol
y cae la pared.
Regresa, nada es lúcido y a la vez nada es artificial,
simplemente trato de ignorar tu pensamiento
para sobrevivir en este plagoso tomo de ideas impacientes.
Ha caducado esta alegría comprada, esa alegría de plástico
sucia como si el corazón no tuviese papel limpio
en este jardín inverosímil.
Esta noche la luna nacerá en tus manos
y tu vientre tendrá un tambalear continuo.
Caminarás en mi cama abandonando mi tribulación,
tendrás dos palabras por decir-me voy-y dejaré
que mis labios escupan verdades ante tu rostro impío
y satírico.
Debe quedarte claro que esta noche nacerá la luna
y podrás morir sin necesitar pedirlo,
te invito a vivir en esa bóveda que quedó dentro
de mis insuficiencias.
Sabes para lo que soy apta,
soy venenosa, tóxica para el humano
por las pastillas que en mi cuerpo penetran.
No titubeo, es solo la irresolución de este marco
que se aloja en mi ventana como si valiese algo.
Quién iba a decirlo, un muñeco de papel en mis libros,
ahí estaré, nunca mentí y obtienes castigo
por tanta decepción, no retiraré lo dicho jamás.
No tienes corazón humano, solo una roca implacable
y domada a este fragmento de voces.
Es irrealidad tan solo por callar al principio y querer hablar;
el humano que cree poder volar soltará sus manos
en la calle más quien cree que es imposible salir a lo irreal
no podrá aceptar su pérdida.
Esta noche saldrá de tus ojos una frase perturbada,
mirarás sin dolor la carretera y tus labios besarán
la desdicha que el aire va dejando en las puertas de los extraños,
te buscaré ya que la oscuridad hará que pierdas la noción
de existencia y no sabrás quién te llevará del brazo
exhibiendo el escondite que llevas puesto,
ese traje de putrefacción neutral.
Si te vas nunca olvides que yo te olvidaré,
cuando la luna no cese en tus manos solo huiré
como si pecado fuera mirarte a oscuras.
Eres ese coleccionista de malabares
que se pierde en mi cuerpo en cada lejanía
que la eternidad marca a cada pálpito.
Aquí iré rodando hasta que sea de noche
y la luna deba nacer porque es tu nombre,
robé la luna para que el mar estuviese satisfecho
por dejar que tu nombre se pose en las amplias aguas
de la discordia que ambos llevamos dentro, (solo tú y yo).
Déjate la noche, yo guardaré la luna en cuanto nazca.
Shirley Romero
09/08/10