Tu recuerdo se quedó

Prometí falsas alarmas, descansé en un laberinto muerto,

nunca lo creí, necesité más que dos segundos para callar.

Pude crear un camino, darte en las manos mi corazón

pero la respuesta fue un rechazo implacable y un “no te quiero

ni querré.”

No es factible, siquiera es cómodo o una muestra de picardía en su camino,

no es rotundo solo sentencioso.

Estoy segura que mi vida no me quiere,

fue cuestión de emociones y espejismos en ese rango y no pasó a más.

Desearía que mis puertas se abrieran y la puesta al sol estuviese en mis labios

así podría besar tus ojos y quemar tu ignorancia:

debes estar conmigo, lo sabes pero no lo quieres, me estás odiando por dentro

mientras yo te amo en lo más entrañable de mi sombra.

Inténtalo, no me sueltes por esta vez,

cuando tengas una buena razón búscame, dímelo de frente y déjame

pero no te doy razones, no soy ni una presión ni una marca impía

que te está destruyendo…sé que destruí tu mira al futuro pensando

en no mirar a alguien y dejar que el tiempo pasara bastante lejos

pero comprende que mi corazón es tuyo,

¿qué hago sin él y sin ti? Dime qué hago sin el sagrado momento

en que te miré y partí a otra vida, ¿no entiendes?

Puedo dejar que mi tiempo muera pero jamás dejaré

que el tiempo acabe con tu lugar en mi cuerpo y mente,

tu recuerdo es una flor que perfuma mi voz

pero sin ti no sale…expira.

En algún rincón de tu corazón debo estar,

sé que ahí estuve y te imploro más tiempo.

Quítame el dolor, quítame la angustia

que me va carcomiendo, debo reparar este sufrir.

Quisiera saber qué hice mal, quisiera que me dijeras todo,

es tu decisión pero te necesito dentro de mí.

Shirley Romero

06/08/10

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